Sabemos que el alcohol y el tabaco son las sustancias más consumidas entre los adolescentes de entre 14 y 16 años en España. Y aunque no lo parezca -por su aceptación social y porque las podemos encontrar al alcance de todos- son drogas y, como tales, producen una fuerte dependencia y adicción. Una adicción que podemos tratar antes de que aparezca a través de diferentes campañas, estrategias y con mucha educación emocional para que tu hija o tu hijo adolescente sepa decir no a tiempo y no se deje arrastrar por la presión grupal.
Categoría Cambios psicolu00f3gicos
Adquirir control sobre nuestras emociones y darnos un momento para pensar antes de actuar es un proceso largo, que prácticamente no termina nunca y que vamos aprendiendo desde niños (algunos con más éxito que otros). Teniendo en cuenta la cantidad de cambios que ocurren durante la adolescencia, los padres tenemos el cometido de ayudar a un hijo adolescente a manejar sus emociones.
La preadolescencia, ese estado vital entre la niñez y la adolescencia, marca el comienzo de una nueva etapa de construcción de la identidad de nuestros niños. En esta construcción de su YO, intervienen cambios corporales, conductuales y emocionales. De estos cambios emocionales es de lo que trata este artículo, orientado a los padres de niños adolescentes.
La adolescencia es una época donde los jóvenes experimentan numerosos cambios físicos y psicológicos, necesarios para su crecimiento. Y no hay crecimiento sin crisis. Esta etapa de cambios influye en la autoestima de los adolescentes y esto conlleva cambios en sus comportamientos. Así, podremos encontrar adolescentes apáticos, tristes, o rebeldes.
Dentro de la adolescencia, los momentos de soledad son muy seguidos. Para los padres, estos momentos son una verdadera crisis porque la relación con sus hijos cambia radicalmente a un tono un tanto crítico, con discusiones cada vez más seguidas y una incomprensión cada vez más patente entre las partes Es tan potente y tan poco comprensible que es realmente necesario redescubrir qué significa, todo un reto para los padres con hijos adolescentes: acompañarlo en su soledad.
Las vacaciones de los adolescentes a menudo traen consigo procesos de soledad. Muchas veces sus amigos no se encuentran y puede pasar que los sucesos propios de este estado se refuercen en tiempos donde no hay nada que hacer. Esta historia no busca solucionar estas dificultades, sino que quiere ayudarte a empatizar y entender mejor a tu hijo adolescente; comprender qué le está ocurriendo y cómo se siente.
La adolescencia es una etapa de cambios profundos y transformaciones, en algunos casos, muy importantes en la forma de ser de nuestros hijos. Estos cambios, en los que también observamos inseguridades y nuevas necesidades, se expresan en su forma de comportarse pero también en su forma de vestir, peinarse y decorar sus cuerpos.
Sabemos que el alcohol y el tabaco son las sustancias más consumidas entre los adolescentes de entre 14 y 16 años en España. Y aunque no lo parezca -por su aceptación social y porque las podemos encontrar al alcance de todos- son drogas y, como tales, producen una fuerte dependencia y adicción. Una adicción que podemos tratar antes de que aparezca a través de diferentes campañas, estrategias y con mucha educación emocional para que tu hija o tu hijo adolescente sepa decir no a tiempo y no se deje arrastrar por la presión grupal.
¿Qué es lo que lleva a sospechar a una madre o un padre que su hijo falta al colegio sin decírselo? O quizás tendríamos que plantearlo de otra forma, ¿y si mi hijo falta a clase y yo no me doy cuenta? Si tienes un niño o una niña que ya casi ha dejado de serlo para adentrarse en el desconocido mundo de la adolescencia, quizás este tipo de preguntas hayan pasado por tu mente en alguna ocasión.
La adolescencia es una etapa caracterizada por los cambios emocionales, físicos, sociales, psicológicos y sexuales en los que el niño deja de serlo y se prepara para la vida adulta. Esta es una época de transición y turbulencias, más o menos intensas, que empezó en la pubertad sobre los 9-10 años y que terminará alrededor de los 18.