Sentirse seguras de que el bebé está bien alimentado es la mayor preocupación de todas las mamás, sobre todo, en las primeras semanas con el pequeño en casa y, cuando estos se alimentan con lactancia materna exclusiva. Surgen, además, otras preocupaciones colaterales, como saber si hay un tiempo recomendado para dejar al bebé en cada pecho, si ya tomó toda la leche de un pecho y es tiempo de colocarlo en el otro, entre otras.
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Cuando la madre empieza a dar el pecho a su bebé, le surgen un montón de dudas sobre la posición, la cantidad de leche que debe ofrecer al pequeño o incluso sobre los alimentos que debe consumir y los que no debe comer durante este periodo.Mientras esté dando el pecho al bebé la mujer puede comer normalmente, pero hay alimentos que, según los médicos, se deberían evitar, ya que lo que la madre come repercutirá en la salud de su pequeño.
Ya sabíamos que la lactancia materna es el mejor alimento que la mamá puede ofrecer a su bebé, pero además mejora el desarrollo del cerebro en los bebés. ¿Cómo es posible saberlo? Investigadores de la Universidad de Brown han realizado un estudio utilizando máquinas de resonancia magnética para observar el crecimiento del cerebro en niños menores de 4 años.
La madre naturaleza ha dotado a los mamíferos, incluyendo por supuesto a la especie humana, de una fuente con la que alimentar a sus crías hasta que estas pueden alimentarse por otros medios. La leche materna de cada especie es, por tanto, el alimento ideal para criar a sus recién nacidos. Sin embargo, no solo está diseñada para cubrir las necesidades nutricionales de los bebés y adaptarse a sus diferentes etapas de crecimiento, sino que además la lactancia materna para bebés tiene un beneficio que quizá no conocías.
La leche materna tiene propiedades que son sorprendentes. No solo sirve como alimento nutricional y afectivo en los bebés, sino que además debido a sus componentes le confieren unas propiedades únicas entre ellos: proteínas, carbohidratos, grasas, posee vitaminas como A,E,K,B12 y minerales, millones de células vivas, hormonas que ayudan en el correcto funcionamiento del cuerpo, anticuerpos que ayudan a combatir infecciones, entre otros.
Si dejaste de dar el pecho y ahora quieres volver a la lactancia materna con tu bebé, tienes que saber que no es imposible. Se inicia un proceso que se conoce como relactar y que consiste es establecer distintas técnicas para que el pequeño succione y así tu producción de leche pueda ser la misma. ¡Aquí te contamos más!
Tal como lo hacemos con el armario, cuando cambia la temporada, también debemos cambiar nuestra alimentación con la llegada de nuevas estaciones. ¿Sabes qué alimentos de otoño son los mejores para mujeres que están dando el pecho? ¿Qué cosas hay que quitar o añadir en el menú diario? No se trata de un cambio banal o superficial, es que nuestro organismo, y más cuando se está con la lactancia materna, tiene diferentes demandas nutricionales y calóricas en cada temporada.
Se acerca la Navidad, época de múltiples reuniones para compartir con la familia, los amigos, compañeros de trabajo, en el colegio de los niños, y para de contar. Con ella también aumentan las dudas en la madre que amamanta, referente a qué tomar, sobre todo al tener en frente cualquier cantidad de exquisiteces que se preparan en esta época del año.
Con la llegada del invierno, aumenta el gasto calórico de las mamitas que están en proceso de lactancia. Además de la energía que utiliza para la producción de leche, el organismo demanda calorías adicionales para mantener su temperatura y condiciones corporales en óptimas condiciones. Adicional a ello, la mujer debe fortalecer su sistema inmunológico para combatir los riesgos de enfermedades que vienen con el frío de esta época: resfriados, amigdalitis, faringitis, bronquitis y otras “itis”.
Dejamos atrás el invierno y, con él, las comidas pesadas y altas en calorías. Viene ahora otra hermosa época del año, de germinación y florecimiento, donde la naturaleza se reactiva para ofrecernos una gran variedad de alimentos. Si estás dando el pecho, es importante que hagas cambios en tu alimentación, siempre bajo la premisa de llevar una dieta equilibrada, es decir, que contenga carbohidratos, proteínas, granos, cereales, vegetales y frutas.
Así como hay madres que se preocupan porque creen que no producen leche suficiente, en el otro lado nos encontramos con aquellas mujeres que tienen una producción de leche excesiva y no saben qué hacer para controlarla. ¿Qué hacer ante un exceso de producción de leche mientras estás das el pecho? Si este es tu caso, no dudes en leer este artículo: en el que te damos algunos consejos para ayudarte a superar esta situación que, aunque inusual, es muy molestosa.
Una lactancia materna exitosa siempre necesita de tres aspectos: confianza por parte de la madre, una buena hidratación y, el más importante, una succión adecuada del bebé. Pero sucede que los problemas de succión del bebé engloban muchas causas, por ello, es importante que, antes de dejar de dar el pecho a tu pequeño, sepas qué problemas te puedes encontrar para dar con la mejor solución.
Uno de los aspectos preocupantes para las mujeres luego del embarazo es la ganancia de peso que adquirieron durante el mismo y cómo recuperar la figura luego de tener al bebé. Tanto a las deportistas como las que no lo son, les causa duda la compatibilidad sobre dar el pecho y hacer ejercicio. En este artículo, te hablaré un poco sobre ellos y desterraremos algunos mitos alrededor de este tema.
¿Te ha pasado que cuando tu hijo mama quiere agarrar la teta y acariciarla? Si esto te sucede, déjame decirte que no eres la única, ¡no debes sentirte preocupado! A la mayoría de las mujeres les pasa y tiene un nombre: reflejo de sintonización del bebé mientras le da el pecho. ¿Quieres saber un poco más sobre él: por qué se produce y que quiere transmitirte tu pequeño con este gesto?
La presencia de calambres es una de las molestias que muchas mujeres manifiestan en el momento en que se encuentran amamantando. Pueden presentarse en sus pechos o en su abdomen. Esta incómoda sensación no debe confundirse con un dolor persistente, ni descuidarse en caso de observar otros síntomas, por lo que siempre es importante estar atentos.
Cuando durante el embarazo, preguntamos a las futuras mamás si han pensado cómo desean alimentar a sus bebés, la mayoría responden que & 39;les gustaría dar el pecho si pueden& 39;. ¿Por qué dudamos de la capacidad de amamantar con nuestro pecho, pero no lo hacemos con la capacidad del pulmón para respirar o de la del corazón para latir?
Una cosa es que una madre opte por ofrecer a su bebé lactancia mixta, es decir, leche de fórmula y leche materna en diferentes tomas, y y otra muy distinta (y muy polémica al mismo tiempo) es mezclar en un mismo recipiente leche que te has extraído tú con la leche que has comprado en el supermercado, es decir, lo natural con lo artificial.
Siempre he tenido la posición de que hablar de lactancia materna es sinónimo de vida, de beneficios, sin duda alguna, porque se trata del mejor alimento para nuestros hijos, ¿pero ciertamente todo será tan rosa? Hay mujeres que sienten una sensación de angustia en el momento de alimentar a su pequeño con su propia leche o que están deseando que ese momento acabe; madres lactantes que rechazan o se niegan a dar el pecho al bebé.
A lo largo de la historia se ha creado una sinnúmero de mitos en torno a la lactancia materna, tanto a nivel familiar como cultural, trayendo como consecuencia no solo inseguridad, sino también desconfianza en las madres. La lactancia materna provoca osteoporosis, la lactancia materna provoca caries, con la lactancia materna no se puede realizar deporte.
Si has dado el pecho o conoces gente que lo ha hecho en tu presencia, seguramente alguna vez habrás escuchado frases como & 39;Dale 15 minutos de cada teta& 39;, & 39;Ponle al pecho cada 3 horas& 39; o & 39;No le toca todavía, hace 30 minutos que comió& 39;. Todas estas frases han dado la vuelta al mundo, siendo motivo de tanta polémica y discusión por desconocimiento y falta de manejo en relación al tema de amamantar a un bebé, porque el reloj es el peor enemigo de la lactancia materna.
Es común ver que los niños, sobre todo los que asisten a la escuela o al jardín de infancia, en algún momento presenten pediculosis, es decir, que estén infectados por piojos. Las madres se asustan porque pueden contagiarlo al resto de la familia, pero sobre todo se preocupan si en la casa hay madres que están dando el pecho.