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Cada niño tiene su propia personalidad, y por lo tanto, una forma diferente de abordar los deberes, los trabajos de la escuela y el estudio frente a una asignatura. ¿Cómo definirías tú a tu pequeño? Si es una persona perfeccionista, es decir, con un temperamento colérico y una persona que desea dominarlo todo y que no exista ningún viento o polvo que se mueva sin que se sepa es un costo muy grande, ¡este es su mejor método de estudio!
El colérico es de un temperamento ardiente, muy activo, práctico en sus ejecuciones. Posee una voluntad fuerte lo que le permite ser autosuficiente y con una facilidad a gestionarse independientemente. El colérico, además, vive feliz en medio de la actividad. Para él la vida es acción, es estar en el ahora y se juega en esas decisiones.
No necesita que alguna noticia o un motivador lo estimule, él mismo es quien se estimula y genera que los demás se muevan en torno a sus ideas, planes, metas y ambiciones. Se pierde cuando sus tareas no tengan un propósito exacta, porque tiene una mentalidad concreta y eficaz, tomando decisiones útiles en forma instantánea.
Pocas veces vacila ante la presión de los demás, sino que construye posiciones definidas frente a las diversas situaciones, y con frecuencia aparece planificando y generando proyectos que buscan acabar con injusticia social o alguna situación que desacomoda a toda su comunidad.
La emocionalidad en el colérico es una de sus debilidades si no son bien orientadas. Por su mismo temperamento tiende a no ver las dificultades de los demás. Cuando existe un propósito fijo, le cuesta percibir las necesidades o emociones de los demás, es decir, sin una correcta formación, tienden a ser tiranos dentro del trabajo en comunidad.
Siempre pensando llegar a lo más alto y descansar hasta llegar a esas alturas y al más allá es un tremendo desafío y es que así son los coléricos: pequeños grandes líderes que esperan ser los punta de lanza de todos los proyectos.
Por todo ello, las estrategias de estudio que les podamos entregar deben ser totalmente semejantes a su temperamento, porque de esa forma se permiten reconocerse y poder formarse desde un camino más propio y personal.
Ahora nos gustaría proponer algunas estrategias o técnicas de estudio que deben desarrollarse para aquellos jóvenes que presentan estos rasgos:
1. De partida, elaborar una planificación de su propio horario de estudio. Por tener habilidades de gestión y de propósitos altos, el poder generar todo un horario.
2. Para cada semana, generar objetivos tanto principales como específicos para cada semana. Esta gestión debe también proyectarse al momento de generar un plan al momento de trabajar con una asignatura en específico.
3. Elaborar mapas conceptuales y visuales, dado que son un esquema ordenado y de fácil manejo para una estructura de personalidad que busca el orden y el manejo de todos los elementos.
4. Ordenar cronológicamente el contendido. Los temperamentos coléricos requieren una estructura y un sentido de todo su trabajo. Por lo mismo, funciona tener un plan de la asignatura y cómo se ha desarrollado la materia dentro del tiempo que cubre la evaluación.
5. Elaborar resúmenes planificados. Los coléricos, si desean elaborar resúmenes, les es fácil planificar estratégicamente estos mismos. Me explico: si se tiene como evaluación un libro de diez páginas para cinco días, planificar la elaboración proponiéndose crear una síntesis de tres páginas cada día, dejando el último día para releer el mismo resumen.
6. Crear preguntas a partir de lo leído. Los coléricos, como son capaces de tener una mente estratégica, son capaces de pensar que se puede evaluar. Por lo mismo, diseñar qué tipo de preguntas me pueden realizar es una estrategia viable. Te permite enfocar y dominar lo central del contenido.
7. Diseñar una rutina para sus momentos de trabajo. Si bien es algo muy básico, es fundamental para este tipo de temperamento. Los coléricos necesitan estructura, por lo mismo, es necesario crearles todo un sistema para que ellos sientan que están dominando la situación.
Como ven, es importante siempre adaptar las diferentes estrategias según nuestra propia personalidad. Existen otras más, por lo que siempre es necesario revisarlas y equipararlas con nuestra propia forma de ser. Que sea nuestra pasión investigadora la que nos permite descubrirnos tanto nosotros mismos como también nuestras formas de actuar.
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